domingo, 13 de noviembre de 2011

ATENCION: Los PFD de rescate son para cualquiera?

Por sus características especiales, los PFD (Dispositivos de Flotación Personal) requieren entrenamiento y práctica para ser utilizados con seguridad. Si se usan adecuadamente, van a ampliar sus capacidades, sin embargo, existen dificultades reales para los usuarios no especializados. En el mejor de los casos, usted podría estar comprando un producto con un valor reducido de unos pocos dólares con colores vividos y silbatos inútiles en el caso de un chaleco salvavidas deportivo. En el peor, un chaleco de rescate puede ponerlo en situaciones que no está preparado para manejar.

Atar una cuerda a un chaleco de rescate y ser bajado en una corriente de un rápido es una maniobra peligrosa. El arnés de liberación rápida es confiable, mientras que éste sea utilizado por manos expertas; no es infalible, incluso en la más leve corriente las fuerzas que se acumulan son impresionantes. Si se usa incorrectamente, puede atascarse y poner al usuario en un grave peligro. Si usted no sabe de sus limitaciones y qué hacer si algo sale mal, usted podría perder la vida fácilmente.

Probablemente ha visto gente usa un PFD de rescate para remolcar un kayak hasta la costa. Es más difícil de lo que parece, ya que si la embarcación remolcada se clava en un agujero o en alguna roca, las cosas se pueden poner feas muy rápido. Incluso los usuarios más expertos se resisten a remolcar a un kayak de esta manera, ya que no hay nada más duro que el rápido movimiento del agua plana o rápidos con o sin obstáculos.

Los compradores responsables de un chaleco de rescate rápidamente toman las medidas necesarias para familiarizarse con su nuevo equipo. Si usted no ha tomado una clase de rescate en aguas rápidas, hágalo pronto y no utilice el arnés de rescate hasta después de que haya aprendido lo básico. Existen videos en la internet sobre uso defensivo y auto-rescate en aguas rápidas que ofrecen una excelente visión general de los procedimientos, aun así, la práctica adicional le ayudará a conocer sus limitaciones personales.

Por último, no olvide que la decisión de usar un chaleco de rescate, al igual que la decisión de navegar en un rio caudaloso, es solamente suya. No se deje presionar (ya sea como deportista o como rescatista) a hacer algo que no puede manejar de forma segura.

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